El Trastorno Obsesivo Compulsivo, de ahora en adelante TOC, es un trastorno que, en diferentes grados, tiene una gran prevalencia. Además, los casos se han visto aumentados a raíz de la pandemia mundial producida por el COVID-19.
Por ello, en la entrada de hoy vamos a definir qué es el TOC, comentaremos cuál es su prevalencia, qué tipos existen, qué otros trastornos relacionados con el TOC hay, cuáles son las consecuencias y cuáles son los tratamientos más comunes.
¿Qué es el Trastorno Obsesivo Compulsivo?
Tal y como mencionan Botella y Robert (2009) es importante analizar la etiología de las palabras “obsesivo” y “compulsivo”, ya que analizándola podemos entender un poco mejor lo que es el TOC.
- Obsesivo. Es una palabra que viene del latín y que quiere decir “asedio” y esta se define como: “idea que persigue o molesta a alguien” o como “obcecación, tenacidad u obstinación”.
- Compulsivo. También es una palabra que viene del latín y que quiere decir: “persona que tiene impulsos irresistibles”.
Gracias a lo anterior podríamos concluir que es un trastorno en el que existen ideas molestas (obstinación) e impulsos irresistibles.
Si hacemos uso del manual diagnóstico de los trastornos mentales publicado por la Asociación Americana de Psiquiatría (APA, 2013) podremos ver que definen las obsesiones y las compulsiones como:
- Obsesiones. Pensamientos, impulsos o imágenes que aparecen de manera intrusiva y que generan ansiedad.
- Compulsiones. Actos mentales (contar, rezar, etc.) o conductas repetitivas que se realizan para eliminar la ansiedad que producen los pensamientos obsesivos.
Asimismo, este manual también detalla que, para poder considerarse TOC, debe causar un malestar que afecte a diferentes áreas de la persona. Es decir, produce un deterioro significativo a nivel social, familiar, laboral, académico, etc.
¿Cuál es su prevalencia?
Hay muchas investigaciones que han estudiado la prevalencia de este trastorno. Nosotros vamos a consultar uno de los más recientes como, por ejemplo, el Fawcett et al. Estos investigadores hicieron un estudio en el año 2020 y concluyeron que la prevalencia mundial para este trastorno es del 1.1%. Asimismo, también establecieron que las mujeres tienen 1.6 más probabilidades de tener TOC que los hombres.
¿Qué tipos existen? ¿Hay otros trastornos relacionados?
Son varios los autores que han analizado las manifestaciones clínicas o tipos de TOC que hay. Marks (1987; citado en Botella y Robert, 2009) menciona que existen las siguientes:
- Limpieza. Siendo el tipo más habitual. En este lo que ocurre es que las personas afectadas tienen miedo y evitan lugares en los que puede haber suciedad o contaminación. Asimismo, realizan rituales de limpieza y pueden pasar muchas horas al día limpiando.
- Repetición. Es el segundo más habitual. En este caso se repiten una y otra vez diferentes acciones.
- Comprobación. En el tercer puesto tenemos los rituales de comprobación. Las personas afectadas comprueban una y otra vez diferentes cosas con el objetivo de asegurarse de que lo han dejado de manera correcta. Por ejemplo, comprueban la llave del gas o que han cerrado la puerta.
- Orden. Ordenan los objetos constantemente porque les afecta verlos desordenados.
Aunque estos son los principales, también encontramos obsesiones de carácter sexual u homosexual, religioso, relacional (relacionado con la dependencia emocional), fobia de impulso, perfeccionismo, etc.
Además, existen otros trastornos que están relacionados con el TOC como, por ejemplo: el trastorno dismórfico corporal, el trastorno de acumulación, la tricotilomanía (arrancarse el pelo) o el trastorno de excoriación (rascarse la piel de manera compulsiva) (APA, 2013).
¿Cuáles son las consecuencias?
Como te podrás imaginar, todo lo anterior genera mucho malestar en las personas afectadas. Las más usuales son:
- Mucha pérdida de tiempo haciendo los rituales o las compulsiones
- Ansiedad
- Problemas de salud asociados, por ejemplo,por lavarse las manos constantemente
- Problemas para ir al trabajo o al centro de estudios
- Aislamiento social
- Depresión
Todo lo anterior hace que se produzca una disminución de la calidad de vida y una interferencia significativa en el transcurso de las actividades de la vida diaria.
¿Cuál es el tratamiento?
Existen diferentes tratamientos para el TOC. En este apartado comentaremos los más comunes y los que resalta la Asociación Internacional del TOC (International OCD Foundation).
- Terapia Cognitivo Conductual (TCC). Es el tipo de terapia psicológica que utilizamos en MenteAlive. Está formada por diferentes tipos de técnicas y la que más eficacia ha mostrado para el tratamiento del TOC es la de “Exposición con Prevención de Respuesta” o EPR. Esta técnica consiste en exponerse gradualmente a aquellas situaciones que son objeto de las obsesiones sin realizar la compulsión.
- Farmacología. Los fármacos que se suelen utilizar para abordar el TOC son los antidepresivos. Como, por ejemplo, Fluvoxamine, Paroxetine o Escitalopram.
En cuanto a los datos de eficacia, hay estudios que demuestran que la TCC es muy eficaz para el tratamiento del TOC. Por ejemplo, un estudio realizado por Martínez y Piqueras (2010) concluye que la mejora de los síntomas se produce en el 50-80% de los casos. La Asociación Internacional del TOC, por su parte, manifiesta que los pacientes que hacen TCC reducen los síntomas entre un 60 y un 80%.
Otro aspecto a destacar es que existen otros tipos de terapia para el tratamiento del TOC como, por ejemplo, la terapia electroconvulsiva.
Asimismo, es importante tener en cuenta que, en muchas ocasiones, se utilizan ambos tipos de terapia, la TCC y la farmacológica, para tratar el TOC y que ambas en combinación también tienen buenos datos de eficacia.
Conclusiones
Como hemos visto, el TOC es un trastorno bastante prevalente que se caracteriza por la presencia de obsesiones y compulsiones. Por un lado, las obsesiones son pensamientos intrusivos que causan ansiedad y, por otro lado, las compulsiones son conductas o actos mentales que se realiza con el objetivo de disminuir la ansiedad que producen los primeros. El tiempo que se invierte en las compulsiones, la ansiedad y otras consecuencias asociadas hacen que la calidad de vida de estas personas se vea disminuida. Uno de los tratamientos más eficaces es la TCC en la que la EPR ha demostrado ser una de las técnicas más beneficiosas para el tratamiento de este trastorno.
A modo de reflexión me gustaría comentar que es un trastorno bastante prevalente y que los casos de TOC de tipo “limpieza/contaminación” han aumentado a raíz del COVID. Por lo que habría que prestarle especial atención a esto.