Es posible que alguna vez te hayas preguntado que habilidades especiales tienen las personas que caen bien, o qué es lo que hacen diferente para que sean capaces de crear esas reacciones positivas en los demás.

También es posible que te hayas hecho la pregunta de si esas habilidades que demuestran son innatas o son aprendidas. Afortunadamente la respuesta es que son habilidades aprendidas y por tanto cualquier persona puede aprender estas conductas.

Todos somos seres sociales y necesitamos sentirnos validados y aceptados por nuestros iguales. Todos necesitamos sentir que los demás se encuentran cómodos a nuestro lado y que tienen una opinión positiva de nosotros. Esta validación es importante para que nuestra autoestima sea robusta.

Si bien es cierto ésto, también lo es que, aunque tengamos buenas habilidades sociales, no le vamos a caer bien a todo el mundo ni todas las personas van a generar una buena opinión sobre nosotros. Tenemos que aceptar que esta circunstancia forma parte de las relaciones sociales.

Si eres de las personas que no generan reacciones positivas en los demás, si percibes que los demás te evitan o te rechazan, es posible que estés cometiendo algún fallo en tu manera de relacionarte con ellos.

En este artículo te vamos a presentar 10 estrategias que te pueden ayudar a caer mejor a los demás y a generar reacciones positivas en ellos.

1. Respeta los convencionalismos.

Hay diferentes códigos sociales que todos damos por hecho. Por ejemplo cuando saludamos a una persona que nos acaban de presentar lo hacemos de forma diferente a cuando saludamos a nuestros mejores amigos. Del mismo modo, nos despedimos de una forma distinta de una persona con la que hemos tenido una primera interacción, de personas que ya forman parte de nuestros círculo. Manejar estas convenciones sociales y ponerlas en marcha ayuda a los demás a saber como reaccionar en esas situaciones.

Cuando nos salimos de estos guiones, descolocamos a los demás porque no saben como reaccionar y les hace sentir incómodos, por tanto intenta ceñirte a los convencionalismos que todos compartimos.

2. Respeta el espacio de los demás.

Todos tenemos un espacio personal. Este espacio personal es la distancia que guardamos respecto a otra persona cuando interactuamos con ella. Este espacio depende entre otras cosas, del tipo de relación que tenemos con el otro: cuanto más estrecha es la relación menor espacio personal.

Por tanto respeta el espacio personal que marca la otra persona, no lo invadas ya que eso le hará sentir muy incómodo.

 

3. Respeta los tempos de la relación.

Muchas veces en ese afán de querer caer bien al otro y establecer una relación con esa persona, nos saltamos los tiempos de las relaciones. Es decir, Los tratamos de una forma diferente a cómo la relación dicta en ese momento. Por ejemplo, hacer confidencias personales a una persona que apenas conocemos le hace sentir incómoda, o cuando somos “inquisitivos” preguntándole cosas sobre su vida que son demasiado personales como para comentarlas en ese estadío de la relación.

Tómate tu tiempo para ir construyendo la relación sin precipitarte ni presionar a la otra persona.

4. Habla menos y escucha más.

En muchas ocasiones cometemos en error de centrarnos más en lo que queremos decir que en lo que dice el otro, y esto hace que no se sienta escuchado. Además cuando no escuchamos aumenta la probabilidad de que nuestras contestaciones no tengan nada que ver con lo que está diciendo el otro.

Céntrate en escuchar a tu interlocutor en vez de buscar la respuesta “perfecta”.

5. No te apoderes de la palabra.

Una de las cosas más incómodas en las relaciones sociales, es intentar hablar y que el otro no ceda la palabra o que te corte a cada palabra que dices. Si no permites una conversación y conviertes la interacción en un monólogo, lo que ocurrirá es que la persona optará por no hablar y desconectará de la conversación.

Concentrate en hacer el sano ejercicio de ceder la palabra al otro.

6. No sermonees.

Cuando una persona nos cuenta algo, ya sea una preocupación, un problema que tiene que solventar o algún error que ha cometido, solo necesita ser escuchado y comprendido, no necesita que le digan que es lo que debe hacer o que le den sermones sobre lo que ha hecho mal.

Ahórrate todas esas frases que empiezan por “tu lo que tienes que hacer…” y todos los sermones junto a los juicios de valor.

7. Deja de lado el “yo más”.

Si eres de las personas que cuando te cuentan algo te remites a contar una experiencia personal en la que comparas tu situación con el otro, te equivocas. Es muy desagradable contar algo que te ha ocurrido y que para ti es importante y que otra persona desvié la atención porque “le paso lo mismo” o “peor”. Esto hace que la persona sienta que sus experiencias no son importantes y que son despreciadas.

Permite que cada persona tenga su momento y su atención. Todos necesitamos sentir que nuestras experiencias personales son únicas y que tienen su importancia.

8. No seas cascarrabias.

Cuando nos ponemos en modo cascarrabias y empezamos a “poner pegas” a aquellas iniciativas de los demás, generamos un rechazo por parte de los otros. Cuando el otro propone algo posiblemente sea porque le guste o le apetezca ese plan o cuanto menos considera que puede ser un plan atractivo para todos.

Si eres de los que pones pegas a todo, se más flexible. Acepta que a veces los planes no son los que más nos gustan pero son los que les gusta a los demás y por tanto también hay que ceder, sin criticar o refunfuñar.

Si un plan te “horroriza” no te quedes en la crítica o en mostrar tu desaprobación, propón otro plan alternativo que pueda ser atractivo para todos.

9. Muestra interés por el otro.

Una de las cosas más importantes para caer bien y crear una buena opinión en el otro es mostrarle interés. Preguntar por como le van las cosas o como se encuentra. También es una demostración de interés preguntar por aspectos hablados en otras ocasiones y que son importantes para el otro, por ejemplo si estaba a la espera de un ascenso preguntarle sobre ello o si operaron a su pareja de una rodilla preguntarle que tal va su recuperación.

Por tanto, tira de memoria para mostrar interés por el otro.

10. No hagas de todo una polémica.

Hay personas que polemizar forma parte central de su forma de relacionarse con los otros. Buscan sacar temas polémicos o en provocaciones para crear una discusión o un debate estéril.

Si eres de esas personas modera esta actitud, no todo el mundo va querer entrar en polémicas o en debates y lo que conseguirás será acabar con cualquier tema de conversación.

Pon en marcha estas 10 estrategias que te ayudarán a mejorar tu forma de relacionarte con los demás, a caer mejor y a generar reacciones positivas en los demás.