El síndrome del “Burn Out”, también conocido como estrés del trabajador o síndrome de desgaste profesional, es un fenómeno psicológico que se produce en algunas personas en relación con el trabajo que desempeñan. Puede tener consecuencias muy negativas, tales como: ansiedad, depresión o problemas de autoestima.
Por eso, en este artículo te explicamos qué es y cuáles son sus síntomas. Además, te presentaremos una serie de estrategias para que puedas gestionarlo.
Qué es el síndrome de Burn Out
Este síndrome conocido con el nombre inglés de “Burn Out” es un tipo de estrés que se produce en el ámbito laboral. Si traducimos las palabras literalmente del inglés al español nos encontraremos con que significa lo siguiente: agotamiento, astenia, fatiga, recalentarse o quemarse.
Como podemos concluir a partir de la traducción, se trata de un síndrome en el que las personas están “quemadas” o “agotadas” a nivel laboral. Aunque su aparición se produce en el trabajo, los síntomas y las consecuencias podrían llegar a extenderse a otros ámbitos de la persona como, por ejemplo: el familiar, el social, etc.
Es importante mencionar, que este síndrome se puede producir en cualquier trabajo. Es decir, una persona puede sufrir “Burn Out” sea cual sea su ocupación. Sin embargo, hay una serie de trabajos en los que suele aparecer con mayor frecuencia como, por ejemplo: médicos/as, profesores/as, enfermeros/as, odontólogos/as, psicólogos/as, etc. Como se puede observar, en estas profesiones el trabajador tiene que mantener una relación directa con los clientes. Como veremos a continuación, esto puede producir estrés y sobrecarga laboral.
Según el CIE-11 (manual diagnóstico de la Organización Mundial de la Salud) el “Burn Out” se caracteriza por:
- Sentimientos de agotamiento
- Distancia mental con respecto al trabajo o sentimientos negativos hacia él
- Menos eficacia profesional
Qué causas tiene el burn out
Las causas de este síndrome, al contrario que en otro tipo de problemáticas, son conocidas. Concretamente se produce cuando la persona se ve expuesta durante largos periodos de tiempo a:
- Altas exigencias y mucha carga de trabajo. Estas exigencias hacen que el trabajador se tenga que esforzar por encima de sus posibilidades, y ocupar muchas horas del día para poder satisfacer las demandas.
- Falta de formación. Ocurre cuando una persona ocupa un puesto para el que no está preparada. En estos casos la persona se agobia y se estresa porque no es capaz de cumplir las expectativas ya que no tiene la formación necesaria para ello. Por ejemplo, si un profesor tiene que dar una clase sobre los ríos de la península, pero no se los sabe, antes de dar la clase tendrá que prepararse durante horas.
- Demasiadas expectativas. Si una persona cree que al ocupar su puesto de trabajo tendrá ciertas ventajas y luego no se cumplen también podría producirse. Se genera una discordancia entre la realidad y lo esperado. Por ejemplo, si a una persona le dicen que podrá hacer descansos de 20 minutos cada dos horas de trabajo, pero a la hora de la verdad no se los permiten hacer, habrá una discordancia entre las expectativas y la realidad.
- Mal ambiente de trabajo. Cuando la relación con los compañeros de trabajo es mala o, simplemente, no es buena, puede producirse un mal ambiente de trabajo. En estos casos el trabajador no estará a gusto en su puesto.
- Poco apoyo familiar. Cuando una persona tiene que trabajar durante muchas horas del día y no tiene el apoyo familiar necesario también puede producirse. En estos casos, el entorno familiar del trabajador ejercerá una presión para que el trabajador abandone los hábitos de trabajo y esto puede generar estrés.
- La ambigüedad del rol desarrollado. Esto es la falta de información sobre el puesto de trabajo, ya sea en los objetivos o las metas del puesto, las funciones que deben ser desarrolladas en el puesto de trabajo o cómo hacerlo. Esto crea un nivel elevado de incertidumbre en el rol a desarrollar.
- Aspectos organizacionales. Límites u obstáculos por parte de la organización para que el trabajador pueda desarrollar el trabajo de forma autónoma y tomar decisiones sobre el mismo. Falta de justicia organizacional en la que los trabajadores no son tratados de la misma manera.
Síntomas del sindrome de desgaste profesional
Los síntomas de este síndrome son diversos y de diferente naturaleza. A continuación, comentamos los más importantes:
- Irritabilidad
- Agotamiento o cansancio
- Dolor de cabeza acompañado
- Dolores de estómago
- Aburrimiento
- Absentismo laboral
- Estado de nervios constante que se puede llegar a convertir en ansiedad
- Dificultades de concentración
- Agresividad
- Insomnio
- Problemas de comunicación
- Falta de autoestima
- Depresión
- Despersonalización
Según algunos autores como Carlin (2014) los síntomas del “Burn Out” deberían clasificarse según su tipología:
- Afectivos. Estar triste o deprimido.
- Cognitivos. Sentimientos de impotencia, desamparo y desesperanza
- Físicos. Agotamiento y síntomas somáticos
- Comportamentales. Menor rendimiento, absentismo
- Motivacionales. Falta de interés, falta de entusiasmo, etc.
Que hacer para gestionar el síndrome de Burn out
Para poder gestionarlo primero deberemos saber detectarlo. Para ello, deberás conocer sus síntomas y ver si te sientes identificado con ellos o no. Una vez que lo hemos identificado, podremos seguir una serie de pautas para intentar solucionarlo. Te comentamos las principales:
- Comunicación. Una de las cosas más importantes para poder superarlo es que es exista una buena comunicación entre la empresa y el trabajador. Todo ello con el objetivo de que ambas partes puedan comunicarse con eficacia. En el caso de que el trabajador no esté cómodo en su puesto o se le esté exigiendo más de lo que puede dar, tendrá que comunicárselo a su superior. Está claro que comunicarse con un superior siempre puede generar nerviosismo, pero, a la larga, será beneficioso. Por ejemplo, trabajar más de 8 horas para intentar suplir todas las necesidades de la empresa no será una buena solución. A la larga, estos trabajadores se cansan y agotan, y puede producirse este síndrome que tiene consecuencias negativas. Por ello, es importante comunicarles a tus superiores que te están exigiendo demasiado o que te están pidiendo cosas que se escapan de tu dominio.
- Asertividad. Otra cosa que se debe tener en cuenta es el desarrollo del estilo comunicacional asertivo. Como vimos anteriormente, la asertividad es el estilo en el que defendemos nuestros derechos personales pero sin pisar los de los demás. En el “Burn Out” pueden ocurrir dos cosas. Por un lado, podemos volvernos agresivos y, por otro lado, podemos tomar una actitud pasiva. En el caso de que te estén ocurriendo alguna de estas dos cosas debes tener en cuenta que nuestros derechos son tan importantes como los derechos de los demás.
burn out satisfaccion
En estos casos, te recomendamos que trabajes la asertividad. Para ello, sería recomendable que aprendieses algunas técnicas como la de “banco de niebla” o “disco rayado”.
- Búsqueda de apoyo. Además, si buscas el apoyo de tus compañeros de trabajo o familiares te sentirás mucho mejor. Explícales lo que está pasando y cómo te sientes. Probablemente alguna de estas personas se haya sentido alguna vez como tú y pueda ayudarte.
- Relajación. Cuando estás estresado y el estrés se ha vuelto crónico o tienes dificultades para dormirte, las técnicas de relajación y respiración pueden ser muy útiles. La técnica de la relajación muscular progresiva de Jacobson puede ser de gran utilidad.
- Busca ayuda de un profesional. Si esta situación afecta a tu vida, te recomendamos que pidas ayuda. Las intervenciones en estos casos están dirigidas a reducir los niveles de estrés y ansiedad.
Conclusiones
En resumen, el “Burn Out” se produce cuando el trabajador está expuesto a altos niveles de estrés en el trabajo porque no tiene la formación necesario para desempeñar las tareas y funciones del puesto que trabajo, porque tiene poco apoyo familiar, porque sus expectativas no son las mismas que la realidad, etc.
Aunque las causas pueden ser diferentes lo que está claro es que provoca malestar, ansiedad, nerviosismo o falta de autoestima (entre otros). Para poder superarlo tenemos que saber identificarlo, tenemos que tener una buena comunicación con la empresa, trabajar la asertividad, aprender a relajarnos y buscar apoyo.