En las relaciones de parejas pueden existir determinados comportamientos que deberían encender una alarma o señal de peligro en nosotros. En otras palabras, ciertas conductas, actitudes, ideas o pensamientos que pueden generar un perjuicio en la otra parte.
Es muy importante conocer estas señales para poder actuar. Por eso, en la entrada de hoy vamos a hablar sobre qué es una relación de pareja saludable, qué es una relación de pareja tóxica y cuáles serían las señales para identificarlas.
¿Qué es una relación saludable? ¿Qué es una relación tóxica?
Por un lado, una relación saludable, entre otras cosas, consiste en que cualquiera de las dos partes se sienta libre de hacer y decir lo que quiera. Es decir, dentro de los límites de una relación, pueden actuar como deseen sin miedo a las posibles consecuencias que esto pueda tener por parte de su pareja. En estas relaciones ambas personas se respetan, tienen confianza el uno en el otro y se apoyan mutuamente.
Por otro lado, una relación tóxica o no saludable sería justo lo contrario. En otras palabras, cuando no existe el respeto mutuo, cuando no hay confianza y/o cuando no hay apoyo. Además, algo muy común es que uno de los dos integrantes de la relación suele sentir miedo a posibles reacciones por parte de su pareja. En este último caso, el miedo puede condicionar la actuación o puede condicionar a la persona a no actuar con libertad.
Sea como fuere, en ningún tipo de relación saludable debería existir el miedo.
Características de las relaciones tóxicas
Como hemos comentado en el punto anterior, en las relaciones tóxicas existen comportamientos negativos en forma de: falta de libertad, celos, gaslilighting o luz de gas, miedo, dependencia u obsesión, manipulaciones, poco apoyo emocional, sentimientos de culpa, falta de confianza, inseguridades, etc.
En el siguiente apartado podrás encontrar algunas características más:
20 señales o conductas para identificar relaciones tóxicas
A continuación, vamos a nombrar algunas de las señales o indicadores que podrían hacernos pensar si la relación en la que estamos en sana o no.
- Existe el miedo. Como hemos comentado un poco más arriba, el miedo no debe existir en una relación sana. Actuar de determinada manera para intentar evitar las represalias de la otra parte es el indicador principal.
- No hay apoyo. No existe el apoyo mutuo, incluido el emocional. Por eso, en muchas ocasiones se tiene que recurrir a terceras personas para hacer frente a algunas situaciones.
- No hay confianza. Si no confías en tu pareja y tienes miedo a que te engañe o haga cosas a escondidas.
- No acepta el «no» por respuesta. En el caso de que algo no te guste y digas «no», la otra parte tendría que respetar tu decisión.
- Sientes que te quiere por interés. Si crees que tu pareja se ha fijado en ti por el dinero, la casa que tienes, etc. y no valora otras cosas podrías estar ante una relación poco sana.
- Se mete con tu físico. En el caso de que haga comentarios sobre tu físico como, por ejemplo: has engordado, no me gusta tu nariz, te estás quedando calvo, etc.
- Existe control. Esto ocurre cuando una de las dos partes intenta controlar absolutamente todo lo que hace la otra parte y hace preguntas constantes sobre ello del tipo: con quién has estado, dónde has ido, por qué no me has avisado para que fuera contigo, etc.
- Te pone en ridículo en público. Si aprovecha las quedadas con sus amigos o familiares para ponerte en ridículo. Un ejemplo de esto podría ser que se metiera con tu manera de conducir delante de otras personas (a modo de burla).
- Tienes que ceder en todo. Ante un conflicto te toca ceder siempre a ti porque la otra parte no está dispuesta a dar su brazo a torcer. Esto hace que siempre acabes realizando lo que tu pareja propone. De esta manera quedan en segundo plano tus deseos, ideas, planes…
- Evitación de conflictos. Si sea por el motivo que sea prefieres evitar hablar sobre un tema importante.
- No acepta nunca su parte de culpa. Cuando discutís no acepta que tiene su parte de responsabilidad, culpándote siempre a ti de lo que ha pasado.
- No te sientes libre. Quizás esta es una de las más relevantes, junto con la del miedo. Si no expresas tus opiniones, ideas, pensamientos, etc. por las posibles consecuencias que esto pueda tener. Por ejemplo, puedes dejar de salir con tus amigos porque sabes que a tu pareja no le gusta que lo hagas.
- Te aleja de tu círculo social. Relacionado con el punto anterior, puede darse el caso de que dejes de ver a tu familia o amigos por el motivo de que a tu pareja no les gustan. Esto hace que poco a poco te aísles de tu círculo social.
- Piensa que tiene más valor que tú. Si hace bromas o dice que eres una persona necesitada, débil, menos inteligente, etc. y opina que es él/ella la parte inteligente o crucial de la relación.
- Te compara con otras personas. Esto está relacionado con comentarios como: pues mi novia/o anterior sí que hacía esto.
- Insultos. Si cuando discutís o tenéis un conflicto se producen insultos, tono de voz muy elevado, etc.
- Amenazas. Pueden ser del tipo: «si no haces lo que yo quiero me voy» o «haces esto o verás las consecuencias que puede tener tu rebeldía».
- Soledad. En el caso de que tengas pareja y, aun así, te sientas sola/o puede ser otro de las señales de que la relación no te aporta lo que necesitas.
- No presta atención a tu entorno. Si cuando quedáis con tus amigos o familiares sientes que les falta el respeto. Por ejemplo, si os invitan a comer y está todo el rato mirando el teléfono móvil sin hacer caso a lo que pasa a su alrededor.
- Sientes que no tienes futuro. Si piensas que no tienes futuro con tu pareja y/o no te imaginas un futuro con él/ella.
Conclusiones
Una relación tóxica puede tener graves consecuencias para las personas que la sufren. Por ello, es importante que te fijes en las señales que hemos comentado con el objetivo de que puedas detectar si podrías estar siendo partícipe de una relación no saludable.