La mayoría de las veces que hablamos sobre trastornos de la alimentación (TCA) hablamos sobre Anorexia, Bulimia o Trastorno por atracones. Sin embargo, hay otros trastornos que afectan a personas de todo el mundo y que están relacionados con la conducta alimentaria como, por ejemplo, las fobias alimentarias.
En la entrada de hoy vamos a hablar sobre aquellos trastornos menos comunes y que tienen menos visibilidad, pero que pueden ser igual de incapacitantes que los más conocidos.
¡Empezamos!
¿Qué es un trastorno de la alimentación?
Los trastornos de la conducta alimentaria o TCA, como ya explicamos en otras entradas, son trastornos que están relacionados con la ingesta de alimentos. En algunas ocasiones están asociados a comer de más, a comer de menos, a realizar purgas, a tener miedos a ciertos alimentos, etc.
Los más comunes ya los hemos comentado en otras ocasiones. Sin embargo, aquellos TCA menos comunes, pero no menos importantes, no son mencionados en la mayoría de artículos.
Por ello, en el siguiente apartado los mencionaremos uno a uno.
¿Qué otros TCA menos comunes existen?
Trastorno de evitación/restricción de alimentos
Ocurre cuando se produce una falta de interés por comer. Esto hace que las personas tengan carencias nutricionales, pérdida de peso y que puedan llegar incluso a necesitar alimentarse a través de una sonda.
En este caso no suele haber una distorsión de la imagen. Estas personas no comen por el miedo a engordar sino porque el comer les genera malestar (preocupación por los alimentos, etc.).
La inexistencia de la distorsión de la imagen corporal es el síntoma que diferencia este trastorno de la Anorexia Nerviosa.
Trastorno por purgas
En el caso de este trastorno, como bien indica su nombre, se realizan purgas con frecuencia. Sin embargo, estas purgas no son precedidas por atracones.
Las purgas pueden ser en forma de vómito, laxantes, diuréticos o cualquier otro medicamento que tenga como objetivo eliminar peso.
Pica
Ocurre cuando la persona come cosas que no son nutritivas como, por ejemplo: folios, tierra, piedras, etc. durante por lo menos un mes. Siempre debe ocurrir en un contexto en el que no es adecuado para la edad. Es decir, en niños podría ser relativamente normal que comieran este tipo de materiales, pero en adultos no.
Síndrome de ingestión nocturna
Este es uno de los más comunes dentro de los menos frecuentes. Lo que ocurre es que estas personas comen alimentos por la noche (después de cenar).
Después de un despertar, estas personas comen de manera excesiva. Son conscientes de la ingesta y recuerdan que han ingerido la comida.
Trastorno de rumiación
En este caso lo que se produce es una regurgitación de los alimentos que se han ingerido y para poder diagnosticarse debe ocurrir durante al menos un mes. Los alimentos que se regurgitan pueden ser otra vez masticados, tragados o escupidos.
Ortorexia
Son personas que solo comen comida sana y, en muchos casos, solo comen comida ecológica. Además, suelen suprimir de su dieta todo tipo de grasas saturadas y otros alimentos que consideran «no sanos» como, por ejemplo, harinas refinadas. Esto hace que pasen una gran cantidad de tiempo pensando en comidas sanas y esto reduce su calidad de vida.
Vigorexia
En este caso las personas hacen ejercicio excesivo y cuidan mucho su dieta con el objetivo de ganar masa muscular. En muchos casos también está relacionado con el uso desmedido de esteroides anabolizantes y otro tipo de suplementos alimenticios.
Megarexia
Es uno de los trastornos menos conocidos de toda la lista. Se produce cuando la persona a pesar de tener sobrepeso u obesidad se mira al espejo y se ve delgada. Como se ven bien su alimentación se suele basar en productos poco saludables lo que a su vez incrementa su peso.
Fobias alimentarias
A continuación, comentaremos cuáles son las fobias alimentarias más comunes. Aun así, hay muchas más:
Neofobia alimentaria
La neofobia se produce cuando existe miedo a las cosas nuevas. En este caso es el miedo a comer alimentos nuevos y que nunca antes se han probado.
Fagofobia
Ocurre cuando se presenta un miedo irracional a tragar por miedo a su vez a un posible atragantamiento. Piensan que su garganta es más pequeña de lo normal y que esto hace que tengan más probabilidades que otras personas de atragantarse.
Cibofobia
Cuando se produce ansiedad ante la idea de tener que comer un alimento. El alimento puede ser cualquiera y la ansiedad puede generar mucho malestar. Por un lado, se presentan creencias irracionales sobre la comida y, por otro lado, una sintomatología física asociada (aumento de la tasa cardíaca, sudores, mareos, temblores, pinchazos en el pecho, etc.).
Esta afección se manifiesta de la siguiente manera:
- Evitar consumir algunos alimentos que podrían ser clave para tener un correcto estado nutricional.
- Evitar ingerir comidas que han cocinado otras personas. Por ejemplo, estas personas pueden tener dificultades para comer en casa de otras personas o en restaurante.
- Se fijan mucho en las fechas de caducidad, la elaboración y el origen de los alimentos.
- Se presentan deficiencias nutricionales por todo lo anterior.
Micofobia
Está relacionado con el miedo irracional a comer setas u hongos. En muchos casos se presenta por el miedo a ser envenenado.
Lacanofobia
En esta fobia lo que ocurre es que la persona tiene fobia a las verduras.
Mageirocofobia
En la mageirocofobia se presenta un miedo irracional a cocinar alimentos. Hay que diferenciarlo de las personas a las que no les gusta cocinar. La mageirocofobia va más allá y provoca un malestar intenso y ansiedad cuando la persona se ve expuesta a una situación en la que tendrá que cocinar algunos alimentos.
Es importante tener en cuenta que las fobias se pueden presentar en diferentes grados de severidad. En otras palabras, para algunas personas serán altamente incapacitantes y para otras serán fuente de un profundo malestar.
Además, también hay que tener en cuenta que existen otras fobias como, por ejemplo: deipnofobia (miedo a hablar durante las comidas), araquibutirofobia (miedo a los cacahuetes), ictiofobia (miedo al pescado), carnofobia (miedo a la carne), metifobia (miedo a las bebidas alcohólicas), oenofobia (miedo al vino), alliumfobia (miedo al ajo), ostraconofobia (miedo al marisco), etc.
Conclusiones
Además de los trastornos de la alimentación más comunes que podrían ser: anorexia, bulimia o trastorno por atracones, existen muchos más. Todos ellos son igual de importantes porque pueden tener graves consecuencias en la vida de las personas que los padecen